El día comenzó muy pronto, pues la
guagua (autobús) nos recogía a las 3:30am para ir a la zona de salida. Por lo
que Marc y yo, nos tuvimos que levantar sobre las 2:00am para vestirnos, comer
algo y llegar hasta la parada de guaguas.
Al llegar a Fuencaliente, donde
empezaba la carrera, nos encontramos que hacia un fuerte viento y bastante
fresquito por lo que contra pronósticos nos pusimos el cortavientos. En la
salida me encontré con 2 amigos de la universidad, que hacia mucho que no veía
y me hizo mucha ilusión. Es lo bueno que tiene correr en las islas, que siempre
ves gente conocida. Aparte de mis amigos, pudimos ver a la elite mundial que
por allí campaban tan alegremente.
Según dan la salida, la gente salen
disparadas como si se tratase de una carrera de 10km, algo impresionante, pero
comprensible. Porque a los 500m se formo un embudo terrible, donde tuvimos que
ponernos a caminar porque el camino se estrechaba mucho de repente. Marc y yo,
nos lo tomamos con calma, pues sabíamos que todo lo que se pudiese ahorrar
ahora nos vendría bien después.
Como de costumbre, poco a poco se
va abriendo la carrera y empezamos a coger ritmo hasta que sin darnos cuenta
llegamos al primer avituallamiento, en los canarios. Donde el ambiente era
increíble, mucha gente a los 2 lados de la calle al mas puro estilo de las
etapas de montaña del tour de Francia.
Del primer al segundo
avituallamiento, nos encontramos con la ruta de los volcanes, una subida muy
dura donde el terreno es muy blando y se hace realmente complicado coger ritmo.
Marc lo empieza a pasar muy mal, no sabe que le pasa, pero las pulsaciones las
lleva a tope, se siente muy cansado y tiene la sensación de que los gemelos se
le van a subir en cualquier momento. Aflojamos el ritmo en varias ocasiones,
pero Marc no acababa por sentirse bien y al llegar al segundo avituallamiento
(las deseadas), decide retirarse.
Aunque en ese momento, ninguno de
los 2 se creía lo que estaba pasando, fue probablemente la mejor decisión que
pudo tomar. Por lo cual en el km 18 comenzó mi aventura en solitario. Tuve
algunas dudas, pero me sentía bien y subí un poco el ritmo en la subida, donde pase
a varios corredores y otros cuantos en la bajada de camino al tercer
avituallamiento, El refugio del pilar km26,8. En las bajadas iba muy
concentrado para no cargar mis cuádriceps y corría con una zancada muy corta y
bien pegada al suelo.

En este avituallamiento aproveche
para ponerme un compeed en el talón de derecho, que en la subida del principio
donde había mucha tierra fina, algo parecido a como si subieses una duna de
arena negra. Me había entrado bastante tierra, que unido al sudor, estaba
empezando a crear la sensación de llevar un papel de lija en vez de un
calcetín. Al quitarme el calcetín, vi que aun no se había levantado la piel, me
limpie con agua y me puse el compeed. Gran detalle a tener en cuenta, si tienes
la piel mojada no se pega bien!! Pero pensé que con lo poco que se había
pegado, junto con la presión que hacia el calcetín sobre el seria suficiente para
que se aguantara y reanude la marcha.
Del refugio del pilar al siguiente
avituallamiento (El reventón) que estaba en el km 34 se podía ir muy cómodo y
hago la mayor parte trotando. Esta vez me he llevado un papel con la lista de
los avituallamientos con sus respectivos kms y con la información de si eran
solo líquido o también sólido. El siguiente era solo líquido, por lo cual
estaba atento al reloj para calcular cuando debía de comer. Ya que me parecían
distancias muy largas a la velocidad que estaba corriendo para no comer entre
ellas.
Esta vez para comer elegí las
barritas de victory endurance de 85gr que están buenísimas, son muy ligeras
para comerlas durante el ejercicio y se digieren muy rápido. En el deposito del
camelbak agua y en el bidón la bebida isotónica que diese la organización (en
este caso powerade). El resto de alimentación fue a base de fruta y frutos
secos que iba cogiendo en los avituallamientos y capsulas de sales minerales de
226ers.
Del avituallamiento del km34 al
avituallamiento del km43 (el pico de la Nieve) pasas de un desnivel de 1415m a 2232m de altitud.
La subida es larga y exigente, sobre todo porque el día se había despejado por
completo y ahora la temperatura comenzaba a ser muy alta. En la subida aunque
voy con cuidado, sigo pasando gente y me advierten que lo peor esta por llegar.
Que mejor que regule un poco mas. Pero yo me voy sintiendo bien por el momento
y solo escucho a mi cuerpo, el cual en alguna rampa con mucha pendiente me dice
que suba mas despacio y así lo hago.
Del avituallamiento del km43 al del
km47,5 (Pico de la cruz) que ya había sólido, decido no comer pues pensé que
4,5km los pasaría en un momento. Pero no pude estar más equivocado, no si la
distancia estaba mal indicada, pero para mi esos han sido los 4,5km más largos
de mi vida. Probablemente la explicación de porque se me hicieron tan largos
esos 4,5km era por el calor. Pues estaba sufriendo un buen calentón del
sistema, no quise alarmarme pero empezaba a dolerme bastante la cabeza, tener un
poco de mareo y me estaba costando mantener el ritmo. Todo apuntaba a
principios de un golpe de calor, por lo que me dedique a beber mas agua de lo
que suelo hacer normalmente, tomarme otra capsula de sales minerales y aminorar
el ritmo.

En esos momentos se me paso por la
cabeza el retirarme cuando llegase al avituallamiento, pero mentalmente me
relajaba diciéndome que mientras pudiese ir caminando aunque fuese a ritmo
lento que seguiría y que si el mareo iba a mas, pues ya vería que hacer. Mi
idea era llegar al avituallamiento y cambiarme el compeed del talón, que este
no paraba de moverse. Así mentalmente aseguraba que podría descansar un poco y
recuperarme. Para mi sorpresa al llegar al avituallamiento me encontré que solo
era líquido y no había comida. Me dijeron que habían añadido este para
facilitar el paso de los corredores con las altas temperaturas que estábamos
teniendo. Así que me senté en una piedra y me comi una barrita mientras me
cambiaba el compeed. No tenían powerade para rellenar el bidon, pero tenían
acuarios fresquito y me eche un gran trago.
Sin mucha demora continúe de camino
al avituallamiento fantasma. Se me estaba haciendo eterna esta parte del
recorrido ya que seguía con mi ritmo cansino hasta que finalmente llegue a una
pequeña bajada desde donde se veía el avituallamiento. Entre esa pequeña
bajada, donde pude comprobar que de piernas iban bien y toda la fruta que comí
en el avituallamiento fue como haber vuelto a nacer. De repente me volvía a
sentir con energía y esto me dio un subidón de moral. Mentalmente tambien me
ayudo saber que desde donde estaba hasta el siguiente avituallamiento el Roque
de los muchachos ya no me quedaban pendientes duras, si no un circuito con
toboganes cómodos donde estuve trotando todo lo que pude y a cada paso que
daba, mejoraban mis sensaciones.
Como podéis imaginar, llegue al
avituallamiento (km57.8 a 2426m de altitud) del roque de los muchachos sin
ningún problema adelantando incluso a algunos corredores que me habían pasado
en mi crisis anterior. En este momento habían varios factores que jugaban a mi
favor, uno es que sabia que después de este punto de control tendría unos 20kms
de bajada y el otro es que si después de 10h28’ de carrera tenia esas buenas
sensaciones, solo tenia que bajar con cuidado para no joderme un tobillo o
sobrecargarme los cuádriceps y/o rodillas y seria capaz de acabar este
ultratrail.

En este avituallamiento había pasta
y vi a muchos corredores comiendo incluso 2 platos. La verdad es que olía de escándalo,
pero pensé que ahora podría trotar bastante y lo menos que me apetecía era
tener el estomago pesado. Por lo que decidí comer solo fruta, frutos secos y 2
donettes que me estaban picando el ojo. Después de comer bien y tomarme un par
de vasos de coca-cola bien fresquita me fui dispuesto a disfrutar de la larga
bajada que me estaba esperando.
Después de una bajada muy bonita,
el terreno volvió a tirar para arriba, lo cual me desconcertó un poco pues yo
tenia entendido que era todo bajada. Pero parece que en la Palma no puedes bajar la guardia.
Pasados algunos repechos y comenzó la bajada de verdad, algunos tramos eran
bastante técnicos y los pasaba caminando, que ya mis reflejos no estaban para
tirar cohetes. Me lo estaba pasando genial y sin darme cuenta llegue al
siguiente avituallamiento en el km71 (Torreta forestal el time). Pensé que
bajando a este ritmo conseguiría cruzar la meta antes de que cayese la noche.
En este avituallamiento tenían agua de sobra y estaban refrescando a los
corredores tirándoles agua por la cabeza y brazos. Que gran sensación de
frescor!! Podía haberme quedado allí toda la tarde, pero comí un poco de fruta
y seguí la bajada.
Al empezar a correr, me coloque
bien la gorra que había mojado previamente y pude comprobar que estaba
totalmente seca. No habían pasado ni 10min cuando estaba completamente empapada
y ahora la gorra estaba igual de seca que mi piel, que no aguantaba húmeda ni por
mi sudor, todo se secaba de inmediato. Parecía que estábamos corriendo en el
Sahara.

Ahora me quedaban 6km por bajar y
pasaríamos de una altitud de 1156m a 4m. Por si la pendiente no fuese lo
suficientemente dura, pasamos por tramos aun mas técnicos que en la bajada
anterior. En esta parte tuve que multiplicar mi concentración para no dejarme
un tobillo y con una zancada bastante corta iba bajando como podía. Hasta que
en los 2 últimos kilómetros de la bajada, mis rodillas dijeron que hasta ahí
habían llegado. Por lo que me toco caminar esos 2 kms con mucho cuidado y con
mucho dolor. Sabía que después del siguiente avituallamiento en el Puerto de
Tazacorte km77 ya solo me faltarían 6km de subida y estaba deseando volver a
subir para darle descanso a mis rodillas. En esta bajada me adelantaron algunos
corredores y pensé, hay que entrenar mas en montaña para este tipo de carreras,
que la resistencia no lo es todo. Así que nota mental y seguimos para meta!!

Al llegar a Tazacorte, me senté un
momento mientras tomaba un poco de coca-cola y sentí como me temblaba toda la
musculatura del tren inferior. Parecía que los músculos podrían empezar a
subirse en cualquier momento. La fatiga muscular había llegado finalmente y
rápidamente tome la decisión de hacer los últimos 6kms caminando suave para
evitar el tener que entra a la meta arrastrándome. Y la verdad es que viendo la
pendiente que nos quedaba, fue la mejor elección. Esta parte final era un
autentico matadero, todos los corredores que estaban a mi alrededor iban
caminando también y aquello parecía una película de zombis. Cuando se termino
la subida apareció una avenida que para mi parecía larguísima, pero desde donde
se podía ver el arco que estaba antes de la recta final. Que subidón!! Lo vas a
conseguir!! Entre los ánimos de la gente del pueblo que se vuelcan con esta
carrera y que tenia el arco a vista, mi andar cansino cada vez se volvía mas
rápido y tenia unas ganas locas de ponerme a trotar. Pero por miedo a que se me
subiesen todos los músculos de las piernas me espere hasta que ya estaba
llegando para empezar suavemente.
Antes de cruzar el arco ya estaba
trotando, después girabas a la derecha, donde pasabas por una plaza y volvías a girar a la izquierda
donde llegaría a la alfombra roja camino a la meta. En esos momentos, con todo
el publico animando como si fueses el primero en la general y que ya sabes que
no hay nada que pueda detenerte, las piernas me empezaron a volar y no se a que
velocidad podía estar corriendo, pero me sentía literalmente que podía apretar
y apretar como si acabase de empezar la carrera. Que grandísima sensación!!! Ya
estas!!! Lo has conseguido!!! Si os soy sincero no mire ni el reloj para saber
cuanto tiempo había tardado, solo sabia que había acabado y estaba en una
nube!!
Al girarme pude ver a mi amigo Marc que estaba esperándome en la meta y nos
dimos un gran abrazo!! Que gran amigo, estuvo esperándome por allí más de
6horas. Personas como el no se encuentran fácilmente. Desde aquí te mando un
fuerte abrazo Marc y sabes que para la próxima te tocara marcar el ritmo a ti
;)
Otro día os cuento las reflexiones
post ultra, que hoy ya os he aburrido suficiente. Este domingo Triatlón sprint
para ver como van las piernas.